Recientemente estaba viendo el canal de Mother Nature Network en línea y sus sorprendentes 7 ejemplos de biomimética. Soy un convencido creyente de esta perspectiva científica ya que se relaciona con la arquitectura y el diseño. Comencé a pensar en estos ejemplos y en la forma en la que podrían aplicarse a los diseños en los que estoy trabajando en todo el mundo. Los ejemplos mencionados incluyen flores de loto, semillas espinosas y aves. 

Aunque parece demasiado sencillo para ser preciso, el copiar a la Madre Naturaleza representa la solución más inteligente a nuestros problemas. La humanidad está apenas comenzando a comprender que somos nosotros los que continuamente causamos estragos a nuestro ambiente. La Madre Naturaleza es vieja y eficazmente inteligente y no genera desechos que no puedan reciclarse, nosotros los seres humanos no hemos estado aquí el tiempo suficiente como para actuar de la misma manera; por el contrario, declaramos nuestra ignorancia y actuamos en contra de lo que es naturalmente evidente a nuestro alrededor. Seguimos pensando que somos más listos, más eficientes y superiores, mientras que la Madre Naturaleza es secundaria. Este gran error es producto de nuestra miope visión. En ocasiones, explico esto como “ahogarse en un vaso de agua”, sucede todos los días, cada minuto. La Naturaleza funciona de forma mucho más adecuada y ha perdurado durante mucho más tiempo que los seres humanos. Así que en lugar de seguir siendo arrogantes y de tratar de reinventar la rueda, vamos a copiar. Las cosas son mucho más sencillas de lo que las hacemos parecer.
Nosotros los arquitectos y urbanistas creemos que podemos crear milagros, pero a decir verdad, nos olvidamos del objetivo del cual deberíamos inspirarnos. Permitimos que la moda tenga un mayor impacto que la naturaleza en la planeación de ciudades. Es absurdo. Es por esta razón que mi equipo y yo estamos profundizando en la biomimética y trabajando con expertos en la materia reconocidos mundialmente, como Bill Browning, arquitecto que reside en Nueva York, y quien está a la vanguardia en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas que enfrentan tanto los arquitectos como la humanidad. Ya no se trata de una teoría el hecho de que el calentamiento global sea resultado en un 30% de las malas prácticas en la construcción.
Los ejemplos de la Naturaleza relatan una buena historia: eficiencia, no hay desperdicio, no hay drama. Nosotros como arquitectos y urbanistas debemos integrar lecciones a partir de dichos ejemplos a nuestra práctica y ejecución. Debemos alejarnos de nuestras tendencias suicidas y hacer lo que es intrínsecamente natural.
Uno de los ejemplos mencionados en el artículo de Mother Nature Network es el hecho de que Michael Phelps haya utilizado un traje de baño inspirado en la piel del tiburón, que inspiró tanto al mundo como a los arquitectos. Debemos pensar de la misma manera cuando construimos la piel de un edificio. Necesitamos lograr que el edificio respire, cobre vida, se mantenga con vida, no muerto. Es por esta razón que utilizamos bio-cementos para las fachadas, en las que las plantas podrán crecer sin dañar la durabilidad a largo plazo de dichas estructuras. Además, utilizamos nuevos materiales especiales considerados “cero-kilómetros”; es decir, se producen localmente en sitio y no ocasionan huella de carbono.
Muy pronto, los arquitectos podrán realizar réplicas de la naturaleza y crear fachadas y cubiertas para edificios que sean totalmente ecológicas. Para el año 2050 habrá 9 mil millones de terrícolas y todos necesitarán alojamiento y alimentos. La ciencia del Calentamiento Global nos dice que no podemos aumentar dos grados antes del 2100, lo cual significan cero emisiones para entonces. ¿Cómo vamos a lograrlo? Necesitamos un reinicio global, un nuevo diseño de nuestros hábitos, un análisis más profundo de cómo la Madre Naturaleza lo ha hecho durante 4,500 millones de años en el Planeta Tierra.

Mick Pearce, arquitecto de Zimbawe ha sido un visionario fantástico en este tema. Sigo y admiro sus estudios sobre las chimeneas de enfriamiento y túneles de guaridas de termitas, ya que aplicó dichas lecciones en el Eastgate Centre, el cual utiliza 90% menos energía para calentar y enfriar que los edificios tradicionales. Me esfuerzo por aplicar dichos principios en algunos de los edificios que mi empresa está construyendo para básicamente ahorrar energía y que sean eficientes.
Creo que la naturaleza es la máxima inteligencia y debemos ir más allá de una observación superficial para adentrarnos en la microescala y buscar inspiración. Nosotros los humanos estamos en la gran escala y nos perdemos de la mayoría de lo que sucede a niveles celular, molecular y atómico. Sólo vemos las superficies, pero ¿de qué están realmente hechas estas superficies?
Estuve recientemente en Sri Lanka de vacaciones y fui a ver a las ballenas. Fue triste porque sabemos que quedan solamente algunas en el planeta. Estaba fascinado al ver cómo actúan. Son de un tamaño enorme, y sin embargo, se alimentan de plancton y de microorganismos. Es una experiencia que cambia la vida el ver lo que la Madre Naturaleza puede hacer cuando tiene tiempo para evolucionar. El problema con la humanidad es que no nos queda ese tiempo. Las extinciones masivas y la muerte llegarán rápidamente si no aceleramos el cambio. Así es, se trata de un gran cambio desde nuestra perspectiva, pero en realidad, es muy pequeño para la Naturaleza. Uno de mis ídolos es James Lovelock, creador de la teoría de Gaia y el inventor del detector de captura de electrones, que hizo posible la detección de los CFCs y otros nano-contaminantes atmosféricos, y del horno de microondas. Mi plan es trabajar esto de manera que la siguiente oleada de urbanismo y arquitectura estén inspirados en la Madre Naturaleza. La solución se encuentra frente a nosotros. Debemos aprovecharla rápidamente si queremos asegurar que nuestro destino no sea el mismo que el de los dinosaurios y las ballenas.

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