Si bien, es incuestionable que el sector industrial aporta múltiples e importantes elementos positivos de desarrollo a nuestro país, en los últimos años éste ha exigido la atención de otra demanda cada vez más alarmante: el cambio climático. Esto es, contaminación de agua y aire, sobreexplotación de recursos, deforestación, consumo de energéticos, entre otros. El problema no parece ser tan grave para el ojo común, pero datos y hechos revelan la urgencia de llevar a cabo cambios substantivos al modus operandi de nuestros sectores productivos. México emite el 1.5% de los Gases de Efecto Invernadero a nivel mundial, poco al comparar con los niveles emitidos por otros países más desarrollados, empero, estas emisiones propias han aumentado cerca del 40% en las últimas dos décadas –representando mucho más del acumulado en los previos cien años.
Por ello, empresas de manufactura nacionales e internacionales, han empezado a incorporar la sustentabilidad como parte de sus valores fundamentales de negocio, un atributo totalmente trasladable a su portafolio de bienes inmuebles. Igualmente destacable es el avance tecnológico y las economías de escala acontecidas en recientes años, permitiendo, por ejemplo, una reducción de hasta un 60% en los costos de sistemas de energía renovable, y favoreciendo retornos de inversión más atractivos. Para el año 2018, se prevé que el 25% de generación de electricidad en México provenga de fuentes renovables, acrecentando esa participación a un 35% para el 2024. Por su parte, el sector industrial nacional inicia la exploración de sistemas integrados de energías limpias a gran escala.
¿Por dónde puede empezar un desarrollo industrial a “enverdecer” sus instalaciones e infraestructura? La naturaleza de la edificación industrial sugiere una oportuna y adecuada planeación en su fase temprana, particularmente los proyectos que siguen esquemas de Design&Build o FastTrack. Para esto, es recomendable empezar con un Plan Estratégico de Sustentabilidad basado en los requerimientos del cliente (Owner’s Project Requirements, OPRs) y contar con un equipo humano cualificado y comprometido, para entonces llevar a cabo un Proceso Integrado de Diseño que permita cumplir con los objetivos energéticos y ambientales del proyecto en tiempo y forma.
Adicionalmente, es muy conveniente ejecutar una modelación energética, que integre los elementos que influyen y confluyen en el desempeño energético de un inmueble: región climática, estrategias de diseño bioclimático, materiales constructivos, equipamiento de climatización e iluminación, número de usuarios, horarios de operación, sistemas de medición, automatización y monitoreo, instalaciones de energías renovables, entre muchas otras.
El resultado de dichas acciones es la definición de prototipos de edificación adecuados a las necesidades del cliente y el emplazamiento físico-ambiental de proyecto, capitalizando ahorros energéticos, maximizando economías al establecer estándares de construcción homologados y replicables.
La implementación de sistemas de medición y monitoreo de recursos (p.ej. energéticos y agua), aunado a un plan de mantenimiento preventivo y operación eficiente, permitirán mantener un alto desempeño y bajos costos operativos durante todo ciclo de vida del edificio.
Hoy en día, existen numerosos proyectos exitosos que demuestran el caso de negocio para la edificación industrial sustentable:
A nivel internacional, cabe destacar el caso de “G.PARK Blue Planet” en Inglaterra. Éste es el primer centro logístico que reduce más emisiones de carbono que las que produce (Carbon Positive) y certificado Outstanding por el BREEAM (equivalente británico a la Certificación LEED). Se trata de un proyecto emblemático integralmente diseñado, que incorpora tecnologías de punta, entre las que destacan placas cinéticas y paneles fotovoltaicos constituidos en la envolvente del edificio (BIPV). Estas ecotecnologías, aunadas a una estrategia de bajo consumo de recursos y alta eficiencia energética, permite que el inmueble no sólo satisfaga el 100% de su propia demanda energética, sino que también entregue los excedentes generados a la red pública.
En el contexto de nuestro país, empresas como TenarisTamsa, L’Oreal, Caterpillar, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, Johnson Controls, Bombardier, y desarrolladores industriales como VESTA, son algunos ejemplos de organizaciones que han implementado estrategias corporativas de sustentabilidad en su portafolio inmobiliario industrial a través de acciones exitosas y concretas tales como Certificaciones LEED®, alcanzando significativas metas de reducción del impacto de sus edificaciones en el medio ambiente, en cumplimiento a estándares de clase mundial mediante un diseño arquitectónico y equipamiento eficiente que garantiza una reducción en costos operativos durante la vida útil del inmueble.
Numerosas firmas con vocación industrial encuentran en certificaciones como LEED® y lineamientos de diseño y construcción sustentables un satisfactorio abordaje de temas tales como manejo sustentable del sitio, reducción en el consumo de agua, eficiencia energética y protección a la atmósfera, materiales y recursos ambientalmente preferentes, calidad de ambiente en interiores e innovación tecnológica.
El caso de la reciente expansión del complejo industrial TenarisTamsa, localizado en Veracruz, México, es particularmente interesante: con la participación del equipo consultor experto LEED de Bioconstrucción y Energía Alternativa, es hoy por hoy la única edificación de su tipo en el mundo que obtiene la Certificación LEED® para Construcciones Nuevas, incluyendo el proceso de fabricación de perfiles de acero. El proyecto logró reducir sus consumos energéticos base en un 21%, circunscribiendo las actividades de proceso productivo, que en el caso de plantas de este tipo representan más del 95% del consumo total de energía. Este solo acierto redujo en un 19% sus emisiones de CO2. Adicionalmente, se reporta una ahorro del 50% en consumos de agua potable, se aprovecha al máximo la iluminación natural, se promueve el uso de transporte alternativo, así como el reciclaje de materiales y desechos. TenarisTamsa, a través de una novedosa campaña de comunicación, logró transmitir y promover las mejores prácticas de edificación sustentable entre sus colaboradores y la comunidad que le rodea.
Al momento de enverdecer sus proyectos industriales, los desarrolladores deben contemplar estrategias básicas de un proceso edificatorio sustentable, las cuales abarcan desde la selección de una ubicación con alta conectividad, un diseño arquitectónico bioclimático, la inclusión de tecnologías ecológicas in situ y materiales ambientalmente preferentes, por nombrar algunas.
Es cada vez mayor el número de empresas que formalizan sus obligaciones con el medio ambiente y sus comunidades, y lo anteriormente expuesto contribuye elocuentemente a demostrar su efectiva viabilidad dentro de la edificación industrial, al tiempo de atender los retos holísticos del nuevo modelo global de desarrollo sustentable. Además, estos compromisos voluntarios garantizan el cumplimiento de las cada vez más exigentes regulaciones y normatividades relativas al cambio climático, protección ambiental y eficiencia energética, aportando en consecuencia a la mejor calificación de las compañías en términos tanto financieros como en aspectos de responsabilidad social y su contribución de mitigar las emisiones de carbono.
En Bioconstrucción y Energía Alternativa (BEA), empresa mexicana líder y pionera en consultoría para Certificación LEED y edificación sustentable, contamos con la mayor experiencia en el mercado inmobiliario nacional que, combinado con el desarrollo de una metodología propietaria de asesoría especializada, nos permite ofrecer servicios profesionales diferenciados y de vanguardia mundial. Desde soporte en diseño bioclimático e ingenierías de valor, hasta la gestión integral del proceso de certificación LEED® y servicios de Modelado Energético y Commissioning, nuestra empresa ofrece soluciones apropiadas, rentables y a la medida para cada proyecto.
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